Día: 2 noviembre, 2018
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🇬🇧London (2018-20xx)
🇩🇪 Hamburg (March 2019)
🇺🇸 Broadway (Fall 2019)
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POEMAS DE LA MUERTE EN MÉXICO
Foto: Julie Sopetrán
Poemas: Julie Sopetrán
Fotografía: Julie Sopetrán y Mary Andrade
http://magiasdemexico-julie.blogspot.com/2018/10/poemas-de-la-muerte-en-mexico.html
APEGOS
La muerte viene a comer aquello que le gustaba,y también quiere beberlo que en vida emborrachaba.Cuando algo gusta no acaba los muertos nos lo confirman,pues volviendo reafirman que el alma en el cuerpo estaba.
Julie Sopetrán
Foto: Julie Sopetrán
entre el cielo, la tierra y el poniente;
verdor de abril, frescura de la fuente
dorada flor mostrando pubescencia.
regracias los cristales del oriente
y brota un nuevo sol en tu presencia.
Feliz en esta tumba juveneces
la muerte y las esencias nos hermanan
renacen en el ruego de tus preces.
Hoy sientes a tus ánimas cercanas
que no importa a qué dios o madre reces
Curicaherí y María son hermanas.
Si quieres, amigo lector, conocer más sobre Día de Muertos y admirar la fotografía de Mary Andrade, no dejes de entrar a su blog: http://www.dayofthedeadblog.com/.
Foto: Mary Andrade
MUJER DE MIRADA TRISTE
Mujer de mirada triste
¿dime qué ves en las velas,
son espectros de la noche
o son flores de la tierra?
¿Qué guardas en tu regazo,
llena de luz, transparente,
si hasta el aire del espacio
tu piel morena parece?
Doble llama en el sentido,
doble dolor, doble ausencia,
las flores se han vuelto ríos
y los perfumes se quejan.
Contemplación de la noche,
velación de la quimera,
manojo de luces, ecos,
trasnochándome la espera…
Mujer de mirada dulce,
las llamas sacan sus lenguas
¿Se están burlando del tiempo
o están latiendo las treguas?
En tu rostro iluminado
la vida rejuvenece,
noche de oro en la mirada
para los que aman la muerte.
Para los que aman la vida
es noche de desconcierto,
la cera besa las flores
y la llama el sentimiento.
Julie Sopetrán 1995
WOMAN WITH A SOMBER GAZE
Woman with a somber gaze,
Tell me, what do you see in the candles?
are they ghosts in thenight
or are they flowers of the earth?
What do you treasure on your lap
iluminated and transparent,
even in the air
your silhouette appears?
Twice as much the pain,
twice as much the loss,
the flowers have become rivers
and the fragrance cries out.
Pondering at night,
vigil of the imagination,
bundle of lights and echoes,
stay up late during the wake…
Woman with a tender gaze
the flames of candel reach out;
are tey mocking this moment
or are they restfully flickering out.
In your illuminated face
life rejuvenates,
to those who love death
this is a golden night in their sight.
For those who love life
it is a night of confusion,
the wax kisses the flowers
and the flame caresses the emotions.
Julie Sopetrán 1995
Abiertas sus alas van en forma de mariposa; en el movimiento posa emoción de Michoacán. A Janitzio subirán los peregrinos más fuertes que en el esfuerzo se inviertea fán y serenidad El Lago respira paz porque celebra la muerte.
©Julie Sopetrán
Foto: Julie Sopetrán
CURVATURA
Marchita luz en soledad que cerca
Verdugo el aire
El instante se torna remolino
Vira la senda el margen
Las nubes tiñen llantos
La sonrisa declina su gesto
y un rayo rosa lento
deja dulce su halo vitalicio.
Foto: Julie Sopetrán
Tumba adornada con flores en Tzintzuntzan, Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
Yo me sentía una intrusa husmeando lo que hacían los demás. Una niña, estaba contemplando el lago desde una barandilla, me acerqué a ella, y tuvimos un pequeño diálogo. Ella me preguntó:
– Sí.
– ¿Y para qué las quiere?
– Para dar a conocer la fiesta de Día de Muertos.
– Pero Usted también se va a morir.
– Claro, todos hemos nacido para morir.
– Mi abuelita dice que los blancos también se mueren.
– ¿Qué es para tí la muerte?
– Una vida muy larga.
– ¿Y crees que los muertos vienen hoy?
– Sí. Nos visitan y luego se van.
– ¿Y la comida?
– Les traemos lo que les gustaba.
– Pero no comen.
– Sí. Ellos comen la esencia. Como un perfume…
Foto: Mary Andrade
FUENTE DE LAS SIETE REGIONES O CANTO A OAXACA
¡Baila, baila en el agua, Mujer!
Petrifica la espuma de tus valles,
roza la tierra con tus pies descalzos
y que llueva Cozijo tu clemencia.
Muestra la gracia del bordado, cose,
las nubes rotas de la indiferencia
y haz que vuelva a la tierra tu caricia.
Que compartan los valles lo que haces
con tus manos de diosa y de guerrera.
Eres guardiana de las aguas claras,
eres la sensación donde se mezcla
la leche del Amor que amamanta la historia.
Eres pan de maíz para los niños,
eres ese mezcal para tus hombres
o el atole de leche para el sueño.
Es un espejo de agua tu vivencia
y tu danza es agave que despierta.
¡Mujer! Mujer cual flor de la palmera,
llorona entre la sangre donde nace
el ritmo trovador de las canciones:
cultura zapoteca, demostración de amor,
sandunga callejera que recoge
la luz para la casa, la paz para la hora de los rezos
o la harina para hacer el tamal en el silencio.
¡Mujer! Mujer bailando sobre el agua
espejos cantan tus imagen. Luces suenan tus pasos.
Oaxaca vive en ti porque tú eres su alma.
Danzan, danzan los valles y circundan tu sombra.
Siete Regiones danzan y las siete te nombran.
¡Baila! Baila con el agua ¡Mujer!
hasta que aplauda el cielo tu belleza.
Julie Sopetrán 1998
FOUNTAIN OF THE SEVEN REGIONS OR ODE TO OAXACA
Dance, Dance on water, Woman!
Petrify the foam of your valleys,
caress the earth with your naked feet
and let Cozijo rain over your clemency.
Show the grace of the embroidery, sew
the torn clouds of indifernece
and once again caress the earth with your touch.
Let the valleys share in your deeds
created by your hands of a goddess and hands of war.
You are the sensation where
the milk of Love suckled by history in mixed.
You are the corn bread for children,
you are that mezcal for your men
or the milk atole to sleep.
Your experience is a mirror of water
and your dance is an awakening agave
Woman! Woman –a palm tree flower,
weeping woman in the blood in which
the poetic rhythm of song is born:
Zapoteca culture, display of Love,
charming wanderer who gathers
light for the hearth, peace for the time of prayer
or flour to make a tamal in silence.
Woman! Woman, dancing on water
mirrors sing your likeness. Lights announce your steps.
Oaxaca lives in you because you are her soul.
the Valleys dance, they dance and they encircle your shadow.
Seven Regions dance and each one calls out your name
Dance! Dance on water Woman!
until the skies praise (applaud) your beauty.
Julie Sopetrán
PÉTALOS DE CEMPASUCHIL
Hagamos un camino de pétalos desnudemos las flores sus galas son la esencia del efímero arte sus cálices se han roto el oro se deja ver entre mis manos y las tuyas los perfumes se rompen en el aire su sangre es invisible parece un licor suave que embriaga los espacios me emborracho de rosas, de camelias de azucenas y jazmines y nardos y narcisos y magnolias alelíes, petunias y gladiolos ¡Cuántas flores! ¡Cuántos alborotos de crisantemos y brotes, amapolas y siemprevivas…!Pero es el cempasuchil la flor que ha puesto mis manos amarillas mis ojos gualdos, mi piel anaranjada, mis huellas ocres todo lo ha deshojado el sol y su tacto es dorado como el sueño, como el recuerdo, como los regresos que en pálido silencio crean la trama que se cierne en el suelo en cruz de polipétalos un mundo alado en cierne de colores que les marca el camino a casa…
©Julie Sopetrán
OAXACA, es uno de esos lugares que te dejan siempre con ganas de volver, en la foto anterior, hecha por Mary Andrade, podemos ver, la fuente emblemática de la ciudad, la Fuente de las Siete Regiones, dedicada a la Mujer oaxaqueña.
Daniel Vázquez Aragón, en la foto siguiente, también de Mary. Vemos cómo Daniel toca la guitarra, recuerdo que pasó toda la noche honrando a su madre Francisca Vázquez, con canciones que a ella le gustaban, en el cementerio de Zaachila, nunca pensé que pasara la noche de muertos en forma tan romántica. Escuchándole, comencé a escribir este soneto…
Foto: Mary Andrade
CANCIÓN PARA MAMÁ
Canto, canto, porque me duele el llanto
y el misterio me zumba la cabeza;
con mis manos recreo la belleza
por eso canto y canto y canto tanto…
… tanto como una noche de quebranto:
que entre aromas de la naturaleza
la queja de la música es pureza
que brota en la palabra de mi canto.
Me seduce la sensación, tan bella
de revivir la corta trayectoria
que se parece al grito de una estrella.
Es mi carta de Amor recordatoria,
yo sé que mi canción le llega a ella
porque le pongo mi alma en su memoria
Julie Sopetrán 1998
A SONG FOR MOTHER
I sing, I sing, for it hurts to cray
and the «why?» rings in my mind;
with my hands I recreate beauty
and that is why I sing and sing so much…
… so much like a sorrowful night
that amid nature´s aroma
the moaning of music is purity
that sprouts out of the words of my song.
I am seduced buy the sensation, so beautiful
of reliving the brief journey
that is a star´s cry.
It is my reminiscent Love letter;
I know that my song reaches her
Because I lay my soul in her memory.
Foto: Mary Andrade
XELAXHUÁANAS
Mujer que cuidas el recuerdo y clamas:
tus frutos de la tierra van al viento:
en el papel picado suena y siento
un lenguaje de aromas y de llamas.
Agua para la sed la que reclamas
con esa fe que mueve el pensamiento;
con esa majestad que es sentimiento
de todo aquello que sufres porque amas.
El olfato de muerte te ha seguido
se respira el incienso de la casa
y en el petate yace lo que ha sido:
mariposa del aire que traspasa
y lleva entre sus alas lo vivido
su perfume es fervor por donde pasas.
Julie Sopetrán 1998
XELAXHUAANAS
Woman, you guard the memoies and you cry out:
your fruit of the earth flys away with the wind;
as the papel picado rattles and I feel
a language of aromas and flames.
Water for the thirst that you claim
with that faith that stirs in the mind;
with such grandeur that is sorrow
of all that you suffer because you love.
You have brought with you death´s scent
the burning incense is alive in the house
and on the sleeping mat lies what used to be:
butterfly tht pierces the air in traverses
and carries within its wings all which it has lived
its perfume is passion in all it touches.
Julie Sopetrán 1998
Altar flotante en uno de los canales de Mixquic. Foto de Mary Andrade.
LA BELLEZA QUE PASA Y REGRESA A MIXQUIC
La pequeña chinanpa por el canal navega.
-¡ Abre la puerta madre! Para que se sorprenda
el alma vagabunda que viene a nuestra ofrenda;
los espejos del agua la han dejado muy ciega…
pero a tientas y solas a nuestra casa llega.
Prepara la comida. Que la muerte comprenda
que este afán de la vida lo ofrecemos en prenda
para entender más claro, lo que el misterio lega.
– Sí, hija mía. Está abierta, muy limpia, nuestra casa.
Las luces, el incienso, los tamales, las sillas
y la cama bien hecha con flores que compramos.
La casita flotante cual belleza que pasa
por el sin par camino de todas las orillas;
en ella nos subimos y luego… ¿Regresamos?
Julie Sopetrán 2000
Tumba decorada en la forma tradicional con los elementos de la ofrenda nueva, cementerio de Ocotepec. Foto Mary Andrade.
MENSAJE EN COLORES
Una vela encendida. Una cara, un recuerdo
y un cordón arco iris: protección del remanso.
Collares. Cempasúchitles, cadenas prehispánicas, canciones,
medallas de papel, llamas hablando al viento
el diverso lenguaje fallecido.
Es la hora suprema de la celebración
o el hilo de la muerte, enebrado
en la aguja del tiempo.
Es la descomposición de la materia, transformada en arte.
Es la postrimería resucitada en Ocotepec.
Sí. Un sueño eterno de flores incorruptas y de algarabías.
Es el lamento de la muerte desvanecido
y es también el respeto hecho ofrenda.
¿Quién podría decir tanta belleza en una tumba?
El mole. El vaso de agua. El copal. La sal. Las oraciones.
Los colores. La fruta. El pan. La música.
Los corridos. Las bolas. Los romances.
La historia enaltecida. La creatvidad expresada
en lo más descarnado…
Y es el morado, en banco, en azul, en rosa de elegías.
Es un golpe de gracia tan elevado como el fuego de artificio
que expresa la presencia del alma en la oscuridad.
Algo así como el martirio en llamas florecido.
Un arreglo para el finado o la exquisitez póstuma
de lo que uno piensa que es el más allá: colores.
En Morelos todo es posible
lo fúnebre se reconcilia con la vida y vence,
vuelve a ser por un rato, alegría, costumbre lúdica
que supera la realidad.
Fue ante estas sepulturas adornadas, cuando supe,
que en Ocotepec, como en mi corazón,
los difuntos regresan cadaaño, a repetirnos que nos aman.
Y que sólo el AMOR puede salvarnos.
Julie Sopetrán 2000
Foto: Mary Andrade
UNA DANZA DE AMOR
Todos caminando vamos
errantes por los senderos;
en lo que somos no estamos
aunque nos llamen viajeros.
El itacate del viaje
pues exige un buen calzado;
sin olvidar un buen traje
que deslumbra lo ignorado.
Pero la luz es tan bella
que todo se hace camino;
es como una antorcha –estrella
al alcance del destino.
Somos ofrenda y vivencia
altar y arreglo de aromas
cempasúchitl es la esencia
florecida entre las lomas.
«Lugar de Cañas» el cielo
la noche es como una cesta
que Dios coloca en el suelo
como un regalo de fiesta.
El suelo del cementerio
por donde nos vamos todos;
a descubrir el misterio
donde se acaban los modos.
Modo de bailar el aire
la danza de los Tehuanes;
fuerza de fiera el donaire
que es la vida y sus afanes.
Afán del tigre que acecha
es el bien y el mal, el reto;
lo que importa es la cosecha
donde se esconde el secreto…
… de la vida, de la muerte,
macehuallis del camino;
existir ya es una suerte
del sueño de lo divino.
Y todos danzando vamos
errantes por este mundo;
resplandece lo que damos
que es siempre lo más profundo.
Errantes que regresamos
para que nada se pierda;
y si nos ponen la cuerda
es entonces cuando amamos.
Julie Sopetrán 2001
Decorando una tumba en el cementerio de Santa María de Atlihuetzia, Tlaxcala. Foto de María Andrade.
DESHOJANDO EL CEMPASÚCHITL
¿Quién deshoja nuestras flores?
Amores.
Las manos que las deshacen
Renacen.
Entre ellas suspira en calma
El alma.
Y es la sangre la que ensalma
y cura nuestro dolor
que entre pétalos de flor
amores renacen almas.
Julie Sopetrán 2001
PLUCKING PETALS FROM THE CEMPASUCHITL
Who´s been plucking petals from our flowers?
Loves
The hands that pick them
Enliven
Peacefully sighs among them
The Soul
And it´s the blood that heals
and stops our pain
that among flower petals
loves revive souls.
Julie Sopetrán 2001
Foto: Mary Andrade
MUJER HUASTECA
Todo transciende en velas, en pan, en flor, en manos…
la tierra reverdece, son recuerdos vitales;
la Huasteca selvática: mujeres inmortales
que siguen gobernando desde remotos planos.
Sal y azúcar de panes o un silencio de granos
de maíz, hecho llamas en ritos ancestrales;
es como una amalgama canción de manantiales
que transmutan esencias en los seres humanos.
Piel curtida en creencias de antepasados sueños.
Tradición esculpida de señorial postura…
Tus velas encendidas abren nuevos caminos.
Los que se fueron vuelven, lo expresan tus empeños,
tu mirada, tu gesto, tu sapiente ternura
que exhala la pureza de un bienestar divino.
Julie Sopetrán 2001
HUASTECAN WOMAN
Everything transcends through candle, in bread, in flower, in hands…
The land grows green, they are vital memories;
the Huastecan wilderness: inmortal women
who continue to rule from distant planes.
Slat and sugar from the breads or a silence of grains
of corn, inflamed within ancestral rites;
it is like a song medley of flowing springs
which transmutes their essence to human beings.
Skin weatherred in the belief of ancestral dreams.
Tradition sculpted in majestic posture…
Your lit candles open new pathways.
Those who left have returned, your deeds reflect it,
your gaze, your expression, your wwise tenderness
that exhales the purity of a divine well-being.
Julie Sopetrán, 2001
Mujer vendiendo velas en el tianguis grande en Huejutla de Reyes. Hidalgo. Foto: Mary Andrade.
FE EN XANTOLO
Han vuelto, han vuelto a casa nuestros seres queridos
¿Quién dijo que se fueron para toda la vida?
Abramos nuestras puertas, hagamos la comida,
compartamos con ellos los sueños presentidos.
Vuelven, vuelven a casa, ya escucho sus latidos
en los pasos ocultos el alma va encendida;
todos la recibimos… parecía escondida
en los dulces perfumes, a solas percibidos.
Tamales de Xantolo: de exquisitos manjares.
Huele a vida, es la esencia, la saliva quemada
o el corazón que sabe de dónde viene el viento.
La fe nos recompensa, cual reina en los hogares,
ella nos lo da todo y es sin apenas nada
le damos a la ausencia belleza y sentimiento.
Julie Sopetrán, 2001
FAITH IN XANTOLO
They have returned, our loved ones have returned home
Who said they had left for good?
Let us open our doors, let us prepare the food
let us share with them our foreboding dreams.
Tehy return, they return home, I can hear their heartbeats
the soul is on fire in hidden steps;
we welcome her… seemingly hidden
among the sweet aromas, sensed in solitude.
Xantolo´s tamales: exquisite dish
There is a scent of life, it is the essence, the scorched saliva
or the heart that knows where the wind comes from.
Faith rewards us, she reigns in all homes,
She gives us everything and barely anything
we give her absence beauty and feeling.
Julie Sopetrán, 2001
Tumba en el cementerio de Hoctún, cerca de Izamal. Foto: Mary Andrade.
UN ESTILO DE TUMBA
La materia se transforma en obra de arte.
Tierra color café
la fe.
Y una casita maya para que se deshaga el cuerpo inmóvil.
Y un pozo de agua fresca para el peregrinaje del alma
un Chichen Itzá boca de cielo abierto para aprender
el agua
de lo desconocido…
Ixchel no ha muerto
un nido, una torre, un ángel, las nubes.
¡La sed de lo sublime!
Tierra color café
la fe.
La que nos salva siempre de la monotonía.
Y la cruz y la pequeña puerta azul, azul, azul…
que abre lo inmenso.
Todo transciende
porque es lo más profundo: la muerte.
Y también para morir necesitamos una casa donde estar.
Tierra color café
la fe.
Julie Sopetrán, 2003
A STYLE OF TOMB
The subject transforms into a work of art.
Coffe colored earth
in the faith.
and one little Mayan house so that the inmobile body is shed
And little fresh water for the soul´s journey
one chichen Itza mouth of open sky to learn
the waters
of the unknown…
Ixchel has not died
A nest, a tower, an angel, the clouds.
The thirst of the sublime!
Cofee colored earth
the faith.
The ones who always save us from monotony.
an the cross and the small blue door, blue, blue…
That opens the inmense.
Everything transcends
Because it is the most profound: death,
And also to die we need a home where to stay in.
Coffee colored earth
the faith.
Julie Sopetrán, 2003
Escultura en el cementerio de Mérida. Foto: Mary Andrade
AVENIDA DE LOS ANGELITOS
Verde agua limón
angelitos son.
Los tonos pasteles
elevan el canto;
los ocres son mieles
que endulzan el llanto.
¡Ay! Me duelen tanto
en el corazón…
Angelitos son
verde agua limón.
Las nubes los miran
lila el sentimiento,
amarillo el viento
las rosas suspiran
y amores respiran
desde la emoción.
Verde agua limón
angelitos son.
Ángeles pequeños
de casitas mayas;
las tumbas son rayas,
dibujos de ensueños
y azules los ceños…
Rosa la pasión
angelitos son
verde agua limón.
Y fueron amores
de familias buenas,
que adornan las penas
con ramos de flores:
revuelan dolores
por el panteón.
Verde agua limón
angelitos son.
Julie Sopetrán, 2003
Estilo de altar de la celebración de Hanal Pixán. Foto: Mary andrade.
El altar es el centro donde se consolida
un recuerdo inspirado: señales de uno mismo;
bordados y alimentos que adornan el abismo
para honrar la costumbre del alma fallecida.
El altar es la mesa completa y compartida
maya, cristiana, azteca… común el sincretismo;
simbiosis de una base de ancestral espejismo
que le ofrece a la muerte los sueños de la vida.
Más allá de las cosas el pozol se consume
agridulce el sentido, la luz intermitente
y no se sabe nada de la forma y el modo
Sólo se sienten brisas que nos trae el perfume
una especie de asombro que anima el inconsciente
como una sacudida que hace sentirlo todo.
Julie Sopetrán, 2003
MEDITATION IN FRONT OF A MAYAN ALTAR
DURING THE CELEBRATION OF HANAL PIXAN
The altar is the center that consolidates
an inspired memory: signs from one´s self;
embroidery and food that adorn the abyss
to honor the custom of the deceased soul.
The altar is the finished table and shared with
Mayan, Christian, Aztec… in common syncretism
symbiotic foundation of an ancestral mirage
that offers to death the dream of life.
Far beyond anything, the pozol is consumed
a sense os sweet and sour, the intermittent light
and nothing is known of the shape and the manner.
Only the ffeling of the breezes that the perfume brings to us
a kind of amazement that encourages the unconsciousness
it is a shaking… as if everything is known to us.
Julie Sopetrán, 2003
Doña Wilma Vega cubre el muchil pollo, con una mano tapa la misma masa de maíz condimentada. Foto: Mary Andrade.
MUCHIL POLLO
Si el hombre fue hecho del maíz: la mujer es la tierra.
Amarilla la esencia y las manos marrones
y el alma azul, azul como el jardín de las estrellas.
Las manos en la masa con todo el fuego dentro
y Bacab del sur y del norte complacido, oliendo el pibque cuece con sabor a volcán.
Humea el gusto por las aves, humean los revuelos
y los tamales sudan su sapidez entre lasbrasas.
El achiote, las hojas de plátano, la espiritualidad de los ritos
el canto de los pájaros y los consejos ancestrales…
Todo es compartido con la gran familia, lo cercano, lo sabio,
lo perdurable, lo recóndito… lo eterno.
Es la comunidad fundida con el alma, siempre el alma
sobre el altar yucateco. Todo es un canto:
la música en las manos, el torteo, las palmas, el aire,
el movimiento del cuerpo, la gracia de los gestos,
el profundo mirar hacia dentro… hacia los fondos de la tierra.
Es el mixtamal y las especias: que no falte ninguna
que no se vaya el gusto del orégano, de la pimienta,
el ajo, la cebolla, el tomate o la ramita de epazote.
Que se mezcle la masa con el caldo
el beso con la saliva de la idea, la manteca, el aceite
el kól de la química en abrazo o la comunicación
del cosmos con los seres humanos.
La mezcla de sabores que hacen del alimento: ¡esencia!
El olor, la textura, las aromas…
Entre hojas de guayaba
late mi corazón;
las piedras están rojas
el fuego es sol.
La tierra se traga el humo
la carne cuece,
has de saber hacerlo
si no… no creces.
Y es el conocimiento
lo que merece.
Julie Sopetrán, 2003
Dos fotos de Velación de Angelitos en Janitzio. Del libro bilingüe, La Velación de los Angelitos, Uarhiri sapírhatiecheri Jukámbekuade Mary Andrade y la traducción al P´urhepecha de Dagoberto Huanosto Cerano. Donde se incluye un poema mío para la velación de angelitos.
PRESENCIA INCONSCIENTE
Metida en su rebozo
la niña piensa:
¿Los perros de la muerte
serán de piedra?
El perro de la niña
no tiene miedo,
tan sólo está velando
los pensamientos.
Niña y perro lo saben
desapegados
de la cruz, que en la tumba
borra los pasos.
Las flores son el alma
de la presencia,
la sangre repartida
que todo alegra.
Julie Sopetrán, 2005
TSÍNCHETINI JARHÁN
Imaeri K´uaníndikuaru inchángetini
Uastsi sapichu erhátsesindi
¿Uichu uarhikueri
tsakapueri útatee?
Náneri uichu
Nojukasti chétapu,
ima kuasatijku
Erhátsekuechani
Sapichu ka uichu mitejasti
tachanisi
Cruciru uérhatini, eska k´óntakuaru
No pakárhajasindi arhájtakuecha
Tsitsíhechejassti almecha
Imaecheri junuakua
lurhiri etsákukata
Enga iamu ambé tsípetarrahajka.
En esta foto se pueden ver algunas de las portadas de libros editados por Mary Andrade, donde se incluyen algunos poemas míos de Dia de Muertos. Son muchos sus libros con preciosa fotografía y explicativos textos de cómo se celebra Día de Muertos en distintos lugares de México. Los puedes conseguir en internet en esta dirección: mary@laoferta.com.
Foto: Mary Andrade
Señoras de Santa Fe de la Laguna, se reúnen para honrar la memoria de Felícita Ramírez. Foto: Mary Andrade.
LA CONTEMPLACIÓN DE LA MUERTE
Comida, aire, esencia
aromas del sabor en el esmero,
calor, humo, suspiro
vaho cubierto de rosa en fruto seco.
El rebozo, la vida, el gesto dulce,
la sonrisa en el vuelo de los ángeles,
y los encuentros condimentados en el gusto.
Qué bien sabe la muerte en casa
con la resignación y la buena comida
esperando que vengan a visitarnos.
Callados, traen a cuestas la sabiduría
y los misterios,
pero ya saben dónde está la casa limpia,
dónde la familia,
dónde el sentimiento y losrecuerdos.
La ofrenda está completa:
Los cempasúchitles en cruz y de rodillas, las frutas,
los cirios, los candelabros, las fotos, el recuerdo más lindo,
el detalle más dulce, la compañía de los suyos, de los nuestros,
todo listo, el copal encendido, el olor a incienso,
ya han vuelto, ya vienen, están cansados:
pasarán unos días de visita,
un poco de charanda para el sueño,
brindemos con la muerte
por la vida.
Julie Sopetrán, 2007
Niña contempla fascinada las calaveritas de azúcar en Pátzcuaro. Foto: Mary Andrade
DESEO
En tu cara de azúcar todo es bello
porque miro a la muerte, estoy contenta;
el deseo escondido me alimenta
si veo entre tus ojo mi destello.
Es la vida que juega con aquello
que perece en la luz que experimenta;
con la mirada sueño que eres menta
y ya empiezo a comerte por el cuello…
Se me endulza la lengua si te miro
calaverita al gusto de sabores,
me da pena romperte si reluces,
los azúcares brillan mi suspiro,
lentejuelas de nieve en resplandores:
la muerte es el color que me seduce.
Julie Sopetrán, 2007
DESIRE
In your sweet face verything is beautiful
becauseI look at death, I´m happy;
when I contemplate you, emotions give me strength
if I see in your eyes my sparkle.
Life plays with those
who die by the lives tehy live;
With a dreamy minty gaze
and I´m starting to consume you by your neck…
My tongue sweetens if I look at you
little tasteful skulls of many flavors,
I feel sorry if I break you, if you shine,
the sugars brighten my sigh,
sequins of snow in its glow:
death is the color that seduces me.
Julie Sopetrán, 2007
Vigilia en el cementerio de San Lorenzo en honor de un muerto nuevo. Foto: Mary Andrade.
La muerte tiene un color
y la vida tiene dos
si yo tengo más de tres:
es porque ella tiene todos.Dime mujer ataviada
con tu rebozo ermitaño;
¿por qué la muerte hace daño
vistiendo tan adornada?
Hay belleza en tu mirada
si miras alrededor
ves la muerte en su color y sabes que tienes más
que es de tierra la mirada,
verde, blanca encrucijada
donde entregas lo que das,
por donde vienes te vas
y en los colores del sol
vas recogiendo uno y dos negro y morado atavío
y azul y blanco, cual risa
que al tropezar con la prisa
se desdibuja el tejido,
lo que vale es lo sentido
de la cabeza a los pies
y yo tengo más de tres amarillo, rojo, verde,
anaranjada la esencia
y una especie de vivencia
que entre los fondos se pierde,
es como un perro que muerde
y arranca raíz y lodo
a ella que lo tiene todo:
cielo, tierra, algarabía
y su muerto allí enterrado
y el amor, tan encontrado,
y la vida, su alegría
es color de poesía:
matices para los modos
y ella los expresa todos.
Julie Sopetrán, 2007
Niña participa en la velación de los angelitos en la Isla de La Pacanda. Foto: Mary Andrade.
AL AMANECER
Las velas han nacido entre piedras del alba
entre dorados pétalos de un sol acariciante,
y esa mirada pura del alma en el vacío
esperando la risa de la ostentosa muerte.
La llama que repite un año más de ausencia
la incomprensión de todo en la nada perdida,
las preguntas al aire, los sueños repetidos
la seriedad es gesto en rostro adolescente.
Sorpresa, asombro, pasmo en la inmutable calma,
placidez a la espera de los seres queridos
y entre el rebozo a solas la idea soportable.
Nada es igual y es todo, como un soplo de viento
en un hilo de vida. Y los amaneceres
repletos de ternura para todos los niños
que dejaron de serlo y vienen a la tumba
como si fueran ángeles.
Julie Sopetrán, 2007
AT DAWN
The candles have been born among the rocks of dawn
among the golden petals of a caressing sun,
and the pure gaze of a soul in space
awaiting the laughter of the pretentious death.
The flame that repeats another year of absence
incomprehension of all for the needless loss,
unanswered quetions, repeated dreams
a geture of seriousness in the face of the adolescent.
Surprise, amazement, shock in the never changing calm,
peacefulness at the awaiting of the loved ones
alone wrapped in the shawl the unbearable idea.
Nothing is the same and is everything, like the wind blowing
life hanging by a thread. And the dawns
full of tenderness for all children
that stopped being and come to the tomb
as if they were angels.
Julie Sopetrán, 2007
Velación en Cucuchucho. Foto: Mary Andrade.
EL CANTO DE LOS PÁJAROS
¿Adónde irá la luz que late entre las sombras?
¿Qué misteriosa risa se quema entre mis manos?
Hoy el tiempo ha crecido, se hace mayor la noche,
la esencia de los frutos perfuma los sepulcros
y alimenta las almas de aquellos que se fueron:
papá, mamá, hermanitos… Qué alegre el cempasúchitl, qué amarilla la espera.
Cociné los recuerdos, bordé entre llama y llama
emoción de alcatife. Os traigo el cirio dulce de la melancolía
La puerta de la tumba la vislumbro entreabierta
que esta noche ya siento el canto de los pájaros
a contraluz de cirios.
Serenidad de flores, luciérnagas sagradas,
halo contemplativo, fluorescencia divina,
reflexión confluente con el viejo sendero.
La puerta ya se abre y el corazón me danza,
aleteo de luces al ritmo de las llamas
y la canción de fondo, arrullo misterioso,
adornando mi ofrenda.
Julie Sopetrán, 2007
THE SONG OF THE BIRDS
Where does light that beats in the shadows go?
What mysteriour laugh burns in my hands?
Today time has grown, and the night grows older
the essence of the fruits cover the tombs
and feed the souls of those who are gone
father, mother, little brothers. How cheerful
the cempasuchitl that friends hope.
Savoring the memories, embroiled in the flames
emotion of a fine rug. I bring the sweet candle of the sadness.
The door of the tomb left slightly ajar
tonight I feel the song of the birds
in the reflection of the candles.
Serenity of flowers, sacred glow,
contemplating aura, divine fluorescence,
conflicting reflection of the old path.
The door opens and the heart dances,
flickering of the lights to the rhythm of the flames
and the musical background, myterious lullaby…
decoring my offering.
Julie Sopetrán, 2007
¿QUIÉN ERA LUCHITA?
La conocí en California. En San José, todos los años por tiempo de Día de Muertos, aparecía por el periódico de La Oferta Review. Siempre dispuesta a ayudar, a armar con especial gracia, el Altar de Día de Muertos. Su especial disposición, su arte, su sencillez, su simpatía, nos envolvía a todos.
Si no había flores, ella las creaba con su imaginación. Las hacía de papel. Nada era imposible para ella. Pero la muerte se la llevó y ella este año, ha estado en esencia en el Altar de muertos. Su foto, nos ha traído no sólo el recuerdo, sino su gran carisma, su gran personalidad, su grandeza. Venida de México a Estados Unidos. Luchando siempre por su hijo. Trabajadora, gran persona, se quedó con las ganas de venir a España. Mi homenaje especial para Luchita en esta página. Y para ella el acróstico.
L uchadora
U mbral de melodías
C uidabas el detalle
H acías un Altar
I maginabas mundos
T raducías
A mor.
Julie Sopetrán

Velación de Angelitos en Janitzio. Foto: Mary Andrade.
UN SOLO PARA MUERTOS
Tocado por la mano de algún dios o profeta
como un ángel caído del cielo al cementerio,
su armónica de plástico aireando el misterio
la música en sus labios era trova incompleta.
Un solo para muertos sin acorde ni meta:
ofrenda, llama, tono, capricho, refrigerio,
un niño purépecha: dulce, festivo y serio
como los versos libres en silvas de poeta.
Sus muertos escuchaban la armonía, el tañido,
caricia de querube serenamente humano
que iluminaba ausencias pulsando lo perdido.
Un canto de inocencia para un sueño lejano
o aquello que florece motivando el sentido
y es un dulzor ajeno y a la vez muy cercano.
Julie Sopetrán, 1993
Velación de angelitos en Janitzio, Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
PORQUE LA BRISA ES ROSA
El rosa es el color del Paraíso,
de lo místico,
del amanecer,
de los cuidados de las cosas.
De esa sublime claridad de los intermedios,
color de la serena brisa,
de los niños,
esos niños que miran,
y juegan y viven
y mueren…
Foto: Mary Andrade
RETRATO
¿Quién bendice el pan primero?
Ninguno.
¿Quién se lo come después?
El bueno
¿Y quién nos hace el retrato?
El otro.
Y aquí estamos en la foto
ninguno es malo ni bueno,
todos somos los segundos
los primeros, son los otros.
Foto: Mary Andrade
CANTO A LA SOLEDAD DE LA NOCHE
Ayer medité contigo
hoy tengo que hacerlo sola;
te fuiste como la ola
por un mar que yo no sigo.
Tú siempre fuiste mi amigo
y sé que no volverás,
¿dónde voy si tú no estás?
ya no puedo estar conmigo.
Julie Sopetrán, 1993
Noche de muertos en Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
FLORES Y CIRIOS
¿Qué nos recuerdan los cirios?
Martirios.
¿Qué penetra en nuestras venas?
Las penas.
¿Qué nos regalan las flores?
Amores.
Se renuevan los dolores
con los pétalos que arrojas
pues al tirarlos deshojas
martirios, penas y amores.
Julie Sopetrán, 1993
Amanecer en Janitzio, Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
LA NIÑA DIOSA
¿Qué traes en la cesta tan segura?
Calabaza, nopal, maíz, frijol,
magueyes o mazorcas, sabrosura
de chiles y cilantros bajo el sol?
Niña-diosa ataviada de mujer
belleza de tu raza el entrever…
Punto de cruz tu falda verde, roja
de calicot bordado el delantal
y la blusa y el sueño que deshoja
tu mirada chinita de cristal.
¿Qué traes en la cesta tan segura
o a quién mira tan dulce tu hermosura?
Julie Sopetrán, 1993
En la puerta. Morelia. Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
LA PUERTA
En cada puerta hay un paso
en cada humano, una cruz
y un ojo que nos vigila
desde inmenso tragaluz.
En cada puerta hay un muro
una palabra y un leño,
algún árbol solitario
y un pozo para los sueños.
Pero no todas las puertas
están cubiertas de flores,
algunas tienen espinas
y cosas mucho peores…
Existe una puerta libre
y tan sólo una vez se abre,
además, si por ella entras
ya es seguro que no sales.
Julie Sopetrán, 1993
Foto: Julie Sopetrán.
Mujer de Michoacán
pescadora de luces divinas,
geometría del espíritu,
Madre del sueño y de la barca…
En tu rebozo tarasco
se alberga la dulzura sedentaria náhuatl
con más de tres mil siglos.
En tu regazo se mece el sol y la luna
eres Cuerauaperí artesana,
diosa madre rezando
por los vivos, por los muertos,
por los dioses
o por esa bendita memoria de los tiempos.
Julie Sopetrán, 1993
Estandarte con luna llena al amanecer. Lago de Pátzcuaro. Foto: Julie Sopetrán
Estandarte purépecha y cristiano.
¿Quién ha puesto las flores en la tumba?
¿Quién en tus brazos abiertos?
¿Quién dejó ese olor a comida?
¿Quién borda en la tela la historia
y la tristeza?
¿Quién sembró en la milpa el cempasúchitl
quién, quién le ha puesto el color a la muerte?
¿Cuántas abejas trabajaron la cera
y dónde está la mano que encendió la vela?
¿Quién vino esta noche a la tumba
que todo está tan bello?
Julie Sopetrán, 1993

Mazorca de maíz. Foto: Mary Andrade
A UNA MAZORCA DE MAÍZ
Para llegar a ser cuánto has sufrido,
desde el primer suspiro al primer brote,
tan fresco y tierno igual que un meyolote
y un tallo de maizal recién nacido.
Como niño en familia, así has crecido,
con pañales de espata y de filote,
has llegado a ser joven como elote
listo para el comal ya te han molido.
Un zumbido de abeja me retumba
quiere llevar tu azúcar al enjambre
si en tus granos morochos, zumba y zumba.
Pan de América el polen de tu estambre
llegarás a la mesa de mi tumba
saciando esa apetencia que da el hambre.
Julie Sopetrán, 1993
Cementerio de Janitzio y Lago de Páztcuaro al fondo. Foto: Julie Sopetrán
APEGOS Y DESAPEGOS
La muerte viene a comer
aquello que le gustaba,
y también quiere beber
lo que en vida emborrachaba.
Cuando algo gusta no acaba
los muertos nos lo confirman.
pues volviendo reafirman
que su alma en el cuerpo estaba.
Julie Sopetrán, 1993
Noche de Muertos en un cementerio de Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
LOS MUERTOS VUELVEN
¿Quién ilumina las cruces?
Las luces.
¿Quién regala más cariño?
El niño.
¿Quién alegra los dolores?
Las flores.
Y enterrados los amores
cuando parece que mueren,
los muertos vuelven y quieren
la luz, el niño y las flores.
Julie Sopetrán, 1993
Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
VELAS AL VIENTO
Se lleva el viento la llama
de la vela que respira
y la vela se derrite
mientras el niño la mira.
Mira, mira, mira
viento cálmate,
que los niños saben
avivar la fe.
Que no se derrita nunca
el cirio de la inocencia,
y en el pabilo del tiempo
vaya quedando la esencia.
Esencia y sabor
ofrenda seré,
cual niño que sabe
encender la fe.
Los niños ven en el viento
las sombras de los que fueron,
y en otros días pasados
otras velas encendieron.
Encendieron luces
ya el viento se fue,
igual que aquel niño
que atesoró mi fe.
Dame un cirio niña
que el viento me tira,
ya voy cuesta abajo
donde el tiempo gira.
Mira, mira, mira
adónde bajé…
los niños del aire
me soplan la fe.
¡Mira, mira, mira
cómo la vela suspira!
Julie Sopetrán, 1993
Noche de Muertos. Zacapu. Michoacán. Foto: Julie Sopetrán
GLOSA DE LA NOCHE
Me comerán los gusanos
si saben que no te amo.
I
Porque la vida es tan breve
me gusta llegar al fondo,
porque allí nunca me escondo
dejo que el viento me lleve
o que la llama se queme;
porque sé que en los arcanos
nos metemos los humanos
con nuestro propio tesoro,
y si no logro ser oro…
me comerán los gusanos.
II
Por eso quiero encontrarte
en el temblor de la vela,
porque la luz es escuela
de la noche: verso y arte.
Necesito enamorarte
y desde el Amor te llamo,
porque mi voz es reclamo.
Si los gusanos rechazan
el oro, ya me amenazan
si saben que ya no te amo.
Julie Sopetrán
Foto: Julie Sopetrán
LUZ Y SOMBRA EN OFRENDA
Es el tiempo el que recorre la estancia
el que habita en los recovecos de las flores,
de las frutas, de los retratos, de los cirios,
de las cruces, de los xempasutliles, del maíz.
Es el tiempo el protagonista:
el bien y el mal batallando en el día y la noche,
el equilibrio y el vértigo.
Amarillo sagrado: luz.
Negro oculto: penitencia, fermento, tiniebla
o abono de huesos.
Golondrinas en blanco-negro, reposado estandarte.
Carbón, cristal de luna, sol, yang-yin, aire y ceniza…
¡El tiempo!
Julie Sopetrán, 1993
Foto: Mary Andrade
DEL AMOR DE LA MUERTE
¿Quién nunca llora a la muerte?
La suerte.
¿Si La Parca te reclama…
¿No te ama?
¿Y por qué ir al cementerio?
Es serio.
A mi me asusta el misterio
y sentir enamorada
a fea tan descarnada…
es suerte y amor muy serio.
Julie Sopetrán, 1993
Foto: Julie Sopetrán
Hecha en Morelia, Instituto Michoacano de Cultura.
MEDITACIÓN
¿Qué habrá detrás de la semilla
que todo se pierde?
Flores, flores, flores…
Y la llama encendida
y la juventud tocando el cielo.
Y todo se ha ido con el tiempo
y nada ha pasado:
la vela, la flor,
lucen al sol
de la mirada.
Julie Sopetrán, 2003
Foto: Julie Sopetrán
Michoacán.
¿QUIÉN?
Estandarte purépecha y cristiano
¿Quién le ha puesto las flores a la tumba?
¿Quién?
¿Quién la comida ha hecho,
quién ha bordado en la tela la historia
y la tristeza?
¿Quién sembró el cempasuchil,
quién le ha puesto color a la muerte?
¿Cuántas abejas trabajaron la cera
Y dónde está la mano que encendió la vela?
¿Quien ha venido esta noche a la tumba
que todo está tan bello?
Julie Sopetrán, 2003