Sobre la pobreza. Peter Singer

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Peter Albert David Singer (nacido el 6 de julio de 1946, en MelbourneVictoriaAustralia) es un filósofo utilitarista judío australiano de Derecho y más tarde de Filosofía en la Universidad de Monash (Melbourne). Posteriormente marcha a la Universidad de Oxford, donde toma contacto con el utilitarismoético mediante la lectura de autores en lengua inglesa, como Jeremy Bentham y John Stuart Mill. Allí participa de protestas contra la guerra de Vietnam, y también tiene lugar su «conversión» al vegetarianismo, por influencia de algunos estudiantes, que le despertaron el interés por la ética aplicada a los animales, un trato ético a los animales, el aborto, la eutanasia, la pobreza y distribución de ingresos, entre otros.Está reconocido como fundador de la ética práctica o ética aplicada, incluida la bioética.

Algunos datos sobre la pobreza

En la discusión sobre la eutanasia en el capitulo 7, cuestionamos la distinción entre matar y dejar morir, llegando a la conclusión de que desde el punto de vista de la ética, no es intrínsecamente pertinente. Esta conclusión tiene unas implicaciones que van más allá de la eutanasia.

Consideremos estos hechos: según los cálculos más cautos, 400 millones de personas carecen de las calorías, proteínas, vitaminas y minerales necesarios para llevar una vida tanto física como psíquicamente sana. Millones de personas pasan hambre continuamente; otras sufren enfermedades carenciales e infecciosas que podrían eliminarse con una dieta mejor. Los niños son los más afectados. Según un estudio, 14 millones de niños menores de cinco años mueren cada año debido a los efectos combinados de la desnutrición y las infecciones. En algunas regiones, la mitad de los niños que nacen mueren antes de cumplir cinco años.

No es la falta de alimento la única dificultad a la que se enfrentan los pobres. Para ofrecer una imagen más amplia, Robert McNamara, cuando era presidente del Banco Mundial, sugirió el término «pobreza absoluta». La pobreza con la que estamos familiarizados en los países industrializados es una pobreza relativa, lo que quiere decir que algunos ciudadanos son pobres, en relación con la riqueza de que disfrutan sus vecinos. La gente que vive una pobreza relativa en Australia podría estar en unas condiciones económicas bastante buenas en comparación con los pensionistas en Gran Bretaña, y éstos no son pobres si los comparamos con la pobreza que existe en Mali o Etiopía. La pobreza absoluta, por otra parte, es pobreza se tome la referencia que se tome. Según McNamara:

La pobreza en el nivel absoluto … es vivir en el mismo límite de la existencia. Los pobres absolutos son seres humanos con graves privaciones que luchan por sobrevivir en unas circunstancias de miseria y degradación que, desde nuestras condiciones privilegiadas, casi no podemos concebir en nuestra sofisticada imaginación.

Comparados con los que tienen la suerte de vivir en países desarrollados, los individuos de las naciones más pobres tienen:

Un índice de mortalidad infantil ocho veces superior

Una esperanza de vida tres veces más baja

Un índice de alfabetización adulta el 60% más bajo

Un nivel de nutrición, por debajo de los niveles aceptables, para uno de cada dos en la población;

Y para millones de niños, menos proteínas de las que se necesitan para que el cerebro se desarrolle de forma adecuada.

McNamara ha definido el concepto de pobreza absoluta como «unas condiciones de vida que se caracterizan de tal forma por una desnutrición, analfabetismo, enfermedades, entorno miserable, alta mortalidad infantil y una baja esperanza de vida, que se encuentran por debajo de cualquier definición razonable de decencia humana». La pobreza absoluta es, tal y como ha dicho McNamara, responsable de la pérdida de infinidad de vidas, especialmente de recién nacidos y de niños pequeños. Aun cuando la pobreza absoluta no sea causa de la muerte, provoca una clase de miseria que no es fácil ver en los países ricos. La desnutrición en los niños pequeños les atrofia su desarrollo tanto físico como psíquico. Según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, 180 millones de niños menores de cinco años sufren de una grave desnutrición. Millones de personas con dietas pobres sufren enfermedades carenciales como el bocio, o la ceguera causada por una falta de vitamina A. El valor alimenticio de lo que comen los pobres está asimismo reducido por una serie de parásitos tales como el anquilostoma y la tiña, los cuales son endémicos en condiciones de higiene y educación sanitaria pobres.

Muerte y enfermedades aparte, la pobreza absoluta trae consigo unas condiciones de vida miserables, en las que tanto la alimentación como la vivienda, el vestir, la higiene, los servicios sanitarios y la educación son insuficientes. The Worldwatch Institute calcula que 1.200 millones de personas —o, lo que es lo mismo, el 23% de la población mundial— viven en una pobreza absoluta. Según esta estimación, la pobreza absoluta se define como «la falta de ingresos suficientes en dinero o en especie para satisfacer las necesidades biológicas más básicas de alimentación, vestir y vivienda». La pobreza absoluta es probablemente hoy en día la principal causa de miseria humana.

Ética práctica, 2a edición, Cambridge, 1995

http://www.utilitarian.net/es/singer/de/1995—-06.htm